La alimentación es determinante para el folículo piloso. Una alimentación adecuada significará una mayor salud para el organismo y por tanto para el cabello.
Proceso de crecimiento del cabello
El cabello está en constante renovación, por lo que es completamente normal notar que el cabello cae a diario. De hecho, lo normal es perder entre 50 o 100 cabellos al día, como máximo 150. Una cifra superior a esta requiere la atención de un médico especializado en medicina capilar, ya que esta pérdida podría pasar a catalogarse como alopecia.
La caída del cabello entre los parámetros normales sucede por los distintos ciclos capilares. Encontramos tres fases principales en el ciclo del crecimiento del cabello; la fase anágena, en la que el cabello crece un centímetro al mes aproximadamente; la fase catágena en la que el cabello cae y telógena en la que se mantiene en reposo.
Alimentación y hábitos saludables
Como hemos comentado, la alimentación y los hábitos diarios influyen en todos los aspectos de la vida de una persona, incluyendo el estado y la salud de su cabello. De hecho, una alimentación deficiente puede provocar no solo caída, sino un cabello frágil, reseco o quebradizo, o incluso el cabello graso.
Por el contrario, llevar un determinado tipo de dieta adecuada también puede ayudar a lucir un cabello fuerte, sano y con brillo. Los alimentos ricos en proteínas, por ejemplo, ayudan a formar la queratina. Mientras que las grasas buenas de origen vegetal o las vitaminas del grupo B también fomentan una buena salud tanto del cabello como de la piel o las uñas.
El estrés o el abuso de sustancias nocivas como el alcohol o el tabaco, así como el estrés, influyen negativamente. Por lo que una vida sin altos niveles de estrés y libre de humo y alcohol puede ayudar a la buena salud del cabello.
Alimentos que fortalecen el cabello
Incorporar en la dieta diaria ciertos alimentos puede contribuir a la mejora significativa de la salud y de la apariencia del pelo, así como a fortalecer el cabello.
- Naranja. La naranja, y los cítricos en general, son una importante fuente de vitamina C, un tipo de vitamina que ayuda en la formación de colágeno y en la absorción de hierro.
- Lácteos. La leche y derivados, como el queso, pueden consumirse a diario para aumentar el calcio. La falta de calcio puede provocar un cabello más frágil y quebradizo.
- Huevo. El huevo es rico en vitamina B, sobre todo en biotina y ácido fólico. Ambos ayudan en la multiplicación celular y en la formación del ADN, dos procesos imprescindibles para el correcto crecimiento del cabello.
- Nueces. Las nueces, y otros frutos secos, contienen grasas saludables y vitamina E. Las grasas saludables juegan un papel importante en las membranas celulares, por lo que la salud capilar mejora.
- Pescado. El pez espada, el atún, el bacalao, el cangrejo o la langosta son pescados con una gran cantidad de metionina, un aminoácido que previene la caída del cabello manteniéndolo fuerte y brillante.
- Marisco. Por otra parte, el marisco contiene minerales como el zinc, cobre y selenio que ayudan en la buena salud capilar.
- Legumbres. Las legumbres contiene vitamina B, magnesio y hierro, que también ayudan a mantener el cabello fuerte y brillante.
- Carne roja. Pese a que no conviene abusar de ella, la carne roja es una gran fuente de hierro, un nutriente que ayuda a fortalecer el cabello.
- Brócoli. Por su parte, el brócoli contiene vitamina A, que ayudan en la oxigenación de las células de los folículos pilosos.
- Aceite de oliva. Por último, el aceite de oliva contiene vitamina E, que previene la sequedad del cabello y su caída o incluso ayuda a retrasar la aparición de las canas.
Una alimentación saludable junto a unos buenos hábitos son beneficiosos para el cabello. Sin embargo, no solo la dieta determina la caída capilar, por lo que es importante acudir a una clínica especializada en tratamientos capilares con tal de dar con las solución adecuada, completa y efectiva.
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