El Plasma Rico en Plaquetas o tratamiento PRP en alopecia es una técnica muy efectiva para pacientes con una pérdida moderada del cabello, ya que frena su caída y facilita la regeneración del pelo. El PRP conlleva una serie de ventajas, como no requerir hospitalización ni cirugía, en muchos casos ni siquiera es necesaria la anestesia, y su corta duración, ya que el tratamiento puede llevarse a cabo en una media hora aproximadamente.

 

Cómo funciona el tratamiento PRP

El PRP es, como su propio nombre indica, plasma con una cantidad adecuada de plaquetas para poder realizar el tratamiento de forma correcta. Y una de las grandes ventajas de esta técnica es que este plasma se extrae de la propia sangre del paciente, potenciando los factores de crecimiento presentes en la misma. Gracias al plasma, se aumenta la vascularización del folículo piloso, por lo que mejora la circulación y la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico. Además, al tratarse de la misma sangre del paciente se evitan posibles alergias, rechazos u otras reacciones adversas.

Para extraer el plasma, tan solo hace falta obtener sangre del paciente, como la que se extrae en una analítica normal. Posteriormente, la sangre se introduce en una máquina de centrifugado que separa esta sangre en distintas partes, y una de ellas es el plasma. En el plasma no hay nada que sea externo al propio cuerpo del paciente, tan solo se introduce un compuesto cálcico si es necesario para activar las plaquetas.

Una vez se obtiene este PRP, ya se puede inyectar en el paciente a través de microinyecciones, concretamente en las zonas del cuero cabelludo que necesiten esa regeneración del pelo.

Las sesiones de PRP varían según cada caso, aunque lo aconsejable es realizarlo entre tres y cuatro veces al año,  al inicio de manera mensual durante los tres primeros meses y si es necesario un refuerzo a los 6 meses.

 

 

Pacientes idóneos para el Plasma Rico en Plaquetas

El tratamiento PRP no es recomendable en según qué pacientes. Por ejemplo, en hombres o mujeres con alopecia avanzada o total, el Plasma Rico en Plaquetas no es una técnica adecuada, puesto que no se obtendrían resultados. El PRP busca frenar y prevenir la caída del cabello, pero no soluciona los casos de alopecia más avanzados.

Así pues, los pacientes idóneos suelen ser aquellos que tienen poca densidad capilar y buscan facilitar la regeneración del cabello. Otro tipo de pacientes muy importantes son aquellos que acaban de someterse a una cirugía de trasplante capilar. De hecho, suele ser recomendable realizarse este tratamiento tras un injerto de pelo, puesto que hay veces en las que el médico especialista aprecia que con el trasplante por sí solo no se llegan a los objetivos deseados por el paciente y se necesita un tratamiento extra para llegar a una densidad capilar adecuada.

 

La importancia de la valoración previa y el seguimiento

Sea como sea, siempre ha de ser el médico especialista en tratamientos capilares quien decida si el tratamiento es o no conveniente para el paciente, así como para hacer un seguimiento adecuado con tal de evaluar los progresos.

Antes del tratamiento, es necesaria una evaluación médica para conocer los antecedentes personales y médicos del paciente y disponer de toda la información acerca de enfermedades o medicación que puedan intervenir en el proceso.

Además, en los casos de alopecia, se ha de valorar antes el grado y el tipo de alopecia, ya que tan solo se ha demostrado la eficacia del tratamiento PRP en el tipo de alopecia androgénica, tanto masculina como femenina.

Por otra parte, el médico también ha de prescribir un tratamiento base con fármacos que aseguren la máxima eficacia en este tratamiento.

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