Un injerto o trasplante capilar es un tratamiento quirúrgico que, a través de distintas técnicas, extrae unidades foliculares  de la zona donante del cuero cabelludo e implanta estos folículos en el área en la que paciente sufre de alopecia. Un trasplante de pelo es una de las soluciones más efectivas contra la caída del cabello, pero es necesario entender que los resultados no son inmediatos. De hecho, una de las preguntas que más se hacen los pacientes antes de someterse a la cirugía es cuánto tarda en crecer el cabello. Es un proceso progresivo en el que no se observa el resultado final hasta los 12 meses aproximadamente tras el tratamiento.

 

Estado del cuero cabelludo las primeras semanas

Las primeras semanas, y en especial los primeros días tras la cirugía son claves. Los 2 o 3 primeros días después del trasplante capilar serán en los que el paciente deba hacer un reposo casi total, sin esfuerzos. Durante estos días solo se podrán ver los pequeños puntos en los que se han ido introduciendo los folículos pilosos, que quedarán fijados con fibrina, una especie de pegamento natural que produce el cuerpo. Es importante que durante este período se hidrate levemente la zona del implante con suero fisiológico. Y es completamente normal que vayan apareciendo costras durante el paso de los días, las pequeñas heridas deben ir cicatrizando.

 

 

Los folículos se consideran plenamente seguros a partir del octavo día después de la intervención, por lo que cualquier cambio o aspecto extraño en la zona donante debe comunicarse a la clínica y médico cirujano. A partir de la segunda semana, la herida ya debería estar completamente cicatrizada y sin presencia de costras.

Posteriormente, entre la segunda y sexta semana, el pelo implantado cae, un hecho que suele verse con preocupación pero que forma parte del proceso y, por supuesto, es completamente normal. Se trata de una fase de latencia de los folículos, y tras esta caída es cuando el cabello empieza a crecer.

 

Crecimiento del cabello los meses posteriores a la cirugía

Como hemos dicho, a partir de la sexta semana tras la intervención, empieza a aparecer el cabello, y es a partir de los 3 o 4 meses cuando el cabello ya crece con una cierta normalidad y con un aspecto suave y fino. De hecho, no es hasta los 4-5  meses cuando el pelo trasplantado ya crece más grueso y de una forma más generalizada.

Durante estos meses es importante cuidar mucho el cuero cabelludo, cubriendo la zona de la cabeza para que los rayos del sol no incidan y evitando deportes como la natación o cualquier otro en el que debamos llevar gorros ajustados. Por supuesto, la limpieza y la higiene de la zona es clave para garantizar el crecimiento normal y correcto.

Por último, a partir del décimo mes es cuando ya se puede empezar a ver el resultado final y los frutos de la cirugía, y al cumplir el año, el 90% de los casos ya alcanzan el crecimiento normal del cabello.

 

La importancia de las visitas post quirúrgicas

Es importante escoger una clínica adecuada que realice un correcto seguimiento. Porque, como hemos visto, no solo consiste en el momento de la cirugía, ha de englobar también las distintas fases del trasplante capilar, en especial todo el periodo post quirúrgico. De hecho, gran parte del éxito del trasplante capilar reside en un óptimo cuidado tras la operación.

Así pues, es necesario acudir regularmente a la clínica capilar para que el médico cirujano especializado revise que el proceso del crecimiento del cabello es el correcto. Además, siempre ha de ser el médico el que aconseje qué medidas de cuidado realizar así como el tipo de higiene adecuada para cada periodo tras la operación.

En HTI realizamos visitas post quirúrgicas a la semana, al mes y cada tres meses hasta cumplir el año.

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